De manera sencilla se puede definir el trabajo a turnos como “aquél que se desarrolla en una organización basada fundamentalmente en la sucesión de equipos de trabajo”. Es decir, necesitan distintos grupos de trabajadores para completar la jornada laboral completa.
En gran número de organizaciones se trabaja durante todo el año los siete días de la semana. Es por esto que deben dividir el trabajo siguiendo un proceso rotatorio, en el cual se asignarán en jornadas de mañana, de tarde y de noche.
La división de turnos en organizaciones de gran envergadura supondrá una gran dificultad para los responsables de personal.
Aunque existen algunos métodos para realizar el cuadrante de forma automática; introduciendo el número de personas por grupo, los turnos a cubrir y las necesidades de cada turno, como las horas y las personas necesarias para cada uno; no debemos olvidar que una buena división de turnos deberá tener en cuenta la actividad y filosofía de la organización, complicando aún más la hazaña de los responsables de personal.
(A continuación os facilitamos la dirección de una página web donde realizan este tipo de división de turnos automática. http://www.aturnos.com/calculadora/ )
Actualmente existe un gran número de tipos de turnos que han ido surgiendo en estos últimos tiempos a través de estudios sobre los ritmos biológicos que se ven afectados por el trabajo a turnos, apareciendo así una nueva ciencia llamada “La Cronobiología”.
Uno de estos nuevos métodos de división de turnos es el llamado turno “ecológico” o “antiestrés”. Este turno se basa en que al trabajar durante periodos cortos en el mismo turno, el reloj interno de las personas tiende a desajustarse menos que cuando se trabajan semanas seguidas en tuno de mañana, tarde o noche. El turno ecológico tiene varias alternativas aunque el modelo más conocido es muy simple, basándose en la continua repetición del siguiente ciclo: M M T T N D D D. El efecto de este se hace más latente en las semanas de turno nocturno.
Este método se ajusta más para aquellas personas que tienen problemas de adaptación al trabajo nocturno, ya que se cree que de esta manera el cuerpo sufre menos el efecto del cambio de ritmo fisiológico. Además se ha comprobado que los turnos cortos reducen los trastornos del sueño, la fatiga y los problemas digestivos.
Pero todo método tiene su lado bueno y su lado malo, y es que este ciclo tiene ocho días, por tanto no se ajusta a las semanas, la cual cosa provoca que cada semana se trabaje y se libre en días diferentes, cambiando así de turno con más frecuencia. De ahí la gran polémica del supuesto efecto “antiestrés” ya que a muchos trabajadores el constante cambio les provoca un mayor desajuste en su ritmo de vida.
Este turno ha sido implantado en numerosas organizaciones resultando mayoritariamente satisfactorio, pero ¿creéis que el turno ecológico tiene realmente este efecto “antiestrés”?